El frenillo lingual corto consiste en una de esas patologías que puede estar muy presente en los primeros años de vida de una persona, y que puede traer consigo una serie de problemas asociados. Por lo que abordar esto es imprescindible para el correcto desarrollo.
En Clínica IMOS vamos a abordar este trastorno que afecta sobre todo a nuestros pacientes recién nacidos. Queremos que conozcas por qué esto afecta a la lactancia y a los movimientos naturales de la lengua.
¿Qué es el frenillo lingual?
El frenillo lingual es un pequeño pliegue de tejido de mucosa que une la parte inferior de la lengua con el suelo de la boca. Surge durante el desarrollo embrionario en el vientre de la madre y su presencia no indica necesariamente que haya una anomalía.
El frenillo interviene en la movilidad de la lengua, de modo que influye en funciones como la lactancia, alimentación, habla y crecimiento facial.
¿Para qué sirve el frenillo lingual?
Su función es importante, ayuda a controlar los movimientos de la lengua, en cierta manera la fija permitiendo que se mantenga centrada y siempre bien posicionada. De forma que consigue facilitar funciones imprescindibles para un recién nacido como la lactancia, la deglución, el habla, el crecimiento facial y la higiene bucal.
Consideramos que el frenillo es patológico (que requiere tratamiento) cuando su forma o inserción impide cualquiera de las funciones mencionadas.
Frenillo lingual corto o anquiloglosia, ¿qué es?
Así pues, el frenillo lingual corto es un trastorno en el cual el pliege del que hablamos es demasiado corto, o está adherido excesivamente cerca de la encía de la mandíbula, lo que genera una restricción en los movimientos de la lengua.
A esto le llamamos anquiloglosia (lengua adherida, pegada, inmóvil, “anqui” de adherencia y “glosia ”de lengua), suponiendo un inconveniente para que la lengua se mueve con normalidad y dificultando la lactancia, entre otras funciones. Esto también se conoce como lengua anclada, y es debido a la falta de movimiento que hemos mencionado.
Anquiloglosia: tipos
Si seguimos ahondando en la anquiloglosia, debes conocer que existen diferentes tipos. En general y en Clínica IMOS solemos resumir los tipos de frenillo o anquiloglosia en 4 tipos:
Anquiloglosia o frenillo tipo 1
En el tipo 1 el frenillo lingual se encuentra en la punta de la lengua y está muy cerca de las encías inferiores, restringiendo de forma severa el movimiento de la lengua. La lengua adquiere forma de corazón.
Anquiloglosia o frenillo tipo 2
En el tipo 2 el frenillo está un poco más alejado de la punta de la lengua, pero sigue limitando el movimiento, afectando a la succión y al habla. Se aprecia la lengua con forma de cuchara, con hundimiento justo detrás de la punta.
Anquiloglosia o frenillo tipo 3
Por su parte, en el tipo 3 el frenillo es visible se encuentra hacia la parte media de la lengua y puede estar fibroso, en ocasiones generando una restricción moderada en la movilidad lingual. El el tipo de frenillo más frecuente y es un frenillo normal si la lactancia y/o el habla son adecuados.
Anquiloglosia o frenillo tipo 4
Por último, en el tipo 4 el frenillo se sitúa en oculto en la lengua, no se ve a simple vista, pero se palpa en la exploración. Aunque es menos frecuente, este tipo de frenillo también puede generar problemas en la funcionalidad de la lengua, principalmente en la lactancia. Se palpa pero no se ve.
¿Cómo saber si mi bebé tiene frenillo lingual corto ?
Muchos de los padres que llegan a nuestra clínica en Sevilla nos preguntan cómo pueden saber ellos si su bebé tiene el frenillo lingual corto, y es cierto que dependiendo del tipo de anquiloglosia que tenga puede ser más complicado detectarlo. Sin embargo, existen algunos indicadores a los que puedes prestar atención para saber si le está ocurriendo esto a tu pequeño.
Si ponemos el foco de atención en los pequeños, estas son las señales a las que tienes que prestar atención para saber si tu hijo recién nacido tiene frenillo lingual corto:
Tomas excesivamente largas
El bebé pasa demasiado a pecho en cada toma. Tomas muy constantes y numerosas, sin llegar a notar saciedad en el bebé. Cuando el niño/a se sacia (quiere decir que se llena, que toma la suficiente leche) deja de mamar y se relaja o duerme durante un tiempo considerable.
Ocurre en ocasiones que el recién nacido se frustra al no conseguir sacar bien la leche, suelta el pezón con frecuencia y se queja o llora. Puede significar que hay falta de agarre.
Callo lingual
El callo lingual es otro de los indicadores más frecuentes. La presencia de un callo en la punta de la lengua es una señal de que el bebé está compensando la falta de movilidad lingual al succionar. Por ello, debes acudir a un profesional para que tu bebé pueda ser diagnosticado correctamente.
Movimientos irregulares de la lengua
Por otro lado, los movimientos irregulares de la lengua también pueden ser un buen signo. En este sentido, lo más común es que al mirar la boca del recién nacido se puedan apreciar dificultades para levantar, extender o mover la lengua de lado a lado.
Chasquidos
También, debes prestar atención a los chasquidos. Durante la lactancia, se pueden escuchar dichos chasquidos a causa de una mala sujeción al pecho y esto puede ser debido a la restricción lingual y, por ende, a que cuente con un frenillo lingual con una anomalía.
Paladar ojival
El último indicador es que un frenillo lingual corto puede contribuir a la formación de lo que se conoce como paladar ojival ya en niños más mayores. Recibe este nombre porque el paladar es más alto y estrecho de lo habitual. Esto puede afectar negativamente a la deglución, al habla y al crecimiento del maxilar superior, provocando una alteración en la oclusión dental, generando lo que se conoce como una mordida cruzada y/o clase 3. Por ello, es primordial ponerse en manos de profesionales.
Además de las señales en el recién nacido, en aquellas madres que están dando el pecho o lactancia natural a su bebé también puede haber varias señales que indiquen que el frenillo puede ser anómalo o patológico.
Durante el periodo de lactancia es normal que las madres tengan la sensación de que el bebé está continuamente demandando el pecho, pues cuando son recién nacidos es adecuado dar el pecho a demanda, cuando el bebé lo “pide”.
Sin embargo hay situaciones que pueden indicar que algo no va bien. El dolor en el pezón durante la lactancia, que puede llegar a ser tan intenso que hacer brotar las lágrimas en la madre; y que incluso provoca el abandono de la lactancia natural, es una de las primeras señales de alerta. También, debes prestar atención si tienes mastitis de repetición (infecciones o inflamación de algún área de las mamas de la madre) que en ocasiones requieren tratamiento antibiótico. La última señal que encontramos en las madres son las mamas con regurgitación (llenas) que no se vacían a pesar de poner al bebé al pecho.
¿Qué problemas pueden surgir por tener el frenillo de la lengua corto ?
En Clínica IMOS siempre le resumimos esta cuestión a los padres de la siguiente forma, y es que tener el frenillo de la lengua corto puede traer consigo problemas en el desarrollo del habla, dificultades en la lactancia materna o alteraciones en la deglución y masticación. También, pueden experimentar dificultad para mantener una buena higiene oral y puede tener un impacto significativo en el desarrollo dental y del crecimiento facial. Sin embargo, esto no siempre es así, ya que va a depender del grado de afectación del frenillo y de si se lleva a cabo un tratamiento para corregirlo o no.
¿Cuándo se opera el frenillo lingual ?
En líneas generales, el frenillo lingual se opera cuando afecta la alimentación, el habla o al crecimiento facial. Estos son los casos donde siempre vamos a recomendar llevar a cabo la intervención. Siempre con la debida valoración del paciente y sus padres.
Frenillo lingual corto: tratamiento
El tratamiento más habitual para abordar el frenillo lingual corto es la frenillectomia o frenectomía. Esta consiste en una cirugía más o menos simple, que va a corregir las anormalidades que pudieran darse en el frenillo y va a conseguir la mejora de la movilidad del frenillo, evitando las consecuencias mencionadas anteriormente. En clínica IMOS somos expertos en cirugías mínimamente invasivas.
El frenillo de los pacientes recién nacidos (menores de 6 meses) lo seccionamos con tijeras especiales y de una manera certera y rápida, prácticamente imperceptible o indoloro para el paciente. En nuestra clínica contamos con todas las medidas de seguridad para garantizar el bienestar del niño/a y la ausencia de complicaciones.
En caso de pacientes más mayores (entre los 6 meses y 6 años de vida), el frenillo lo cortamos bajo anestesia general, en un entorno seguro con la presencia de un anestesista. En estos casos la cirugía también es rápida y segura. El paciente se duerme con una mascarilla y en menos de 5 minutos se realiza la intervención sin necesidad de intubar al paciente. Utilizamos láser o bisturí eléctrico especial para evitar sangrados, y en caso de necesitarlo se dan puntos reabsorbibles, (se caen solos, por lo que no hace falta retirarlos). En clínica IMOS contamos con Cirujanos Maxilofaciales expertos en patología infantil, y que llevan más de 18 años cortando frenillos patológicos.
¿Cuánto tarda en cicatrizar el frenillo lingual ?
Es variable, sin embargo, lo más frecuente es que el proceso completo de la cicatrización tarde alrededor de siete días. Además, debes tener en cuenta que la cirugía no va a durar más de 1 minuto, por lo que es bastante rápida.
Eso sí, es fundamental que el proceso diagnóstico del frenillo del recién nacido vaya siempre de la mano de una correcta valoración de la lactancia y de un especializado asesoramiento. Pues no interviene únicamente el frenillo en la dificultad de lactancia, se deben estudiar y analizar otros aspectos y por lo tanto enseñar a la madre una correcta técnica (posición del bebé, manejo de la mamá, tiempos, señales del bebé…). Para ello, en clínica IMOS contamos con una experta en asesoramiento de lactancia.
En resumen, el frenillo lingual corto es un trastorno bastante común que puede darse en recién nacidos relacionado con la lactancia y en niños más mayores relacionado con el habla, la pronunciación de palabras con la letra R, por ello, estar prevenidos ante cualquier indicador es imprescindible para poder corregirlo con la mayor brevedad. En Clínica IMOS estamos a tu disposición por si tu bebé necesita una valoración detallada y personalizada. No dudes en contactarnos. ¡Reserva tu cita!