recesion gingival
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La recesión gingival es una condición más habitual de lo que parece y puede aparecer por diferentes motivos a lo largo de la vida. Aunque muchas veces pasa desapercibida en sus primeras fases, puede afectar tanto a la apariencia de la sonrisa como a la salud de las encías si no se trata correctamente.

En Clínica IMOS abordamos esta patología, y considero que comprender por qué ocurre, qué factores pueden favorecerla y cuándo conviene buscar tratamiento es imprescindible para preservar la integridad del tejido gingival y la función oral.

¿Qué es una recesión gingival?

A modo de introducción, la recesión gingival, también conocida como encías retraídas, es el desplazamiento apical del margen gingival con respecto a la unión cemento-esmalte, lo que provoca la exposición de la superficie radicular y una reducción del tejido de soporte periodontal. Este fenómeno puede estar asociado a factores mecánicos, inflamatorios o anatómicos, y se considera un signo clínico de alteración periodontal que puede evolucionar de forma negativa si no se trata a tiempo.

En términos más sencillos, en Clínica IMOS les decimos a nuestros pacientes jóvenes que significa básicamente que la encía se retrae y deja visible parte de la raíz del diente, lo que puede generar sensibilidad, mayor riesgo de caries y cambios estéticos. Identificarla a tiempo y tratarla ayuda a proteger tanto la salud como la apariencia de la sonrisa.

Para que puedas hacerte una idea más certera de cómo de habitual es la rescisión gingival, en España, unos estudios publicados en el año 2020 señalan que seis de cada diez adultos jóvenes y casi tres de cada cuatro personas mayores presentan esta condición, es decir, el 60% de los adultos de 35 a 44 años y el 72% de las personas entre 65 y 74 años.

que es una recesion gingival

Dientes con recesión gingival, ¿cómo se ven?

Cuando hay recesión gingival, la encía se va subiendo (en los dientes superiores) o bajando en los dientes inferiores y deja expuesta una parte de la raíz del diente. En este sentido, el diente parece “crecer”, pero en realidad es la encía la que se ha retirado. A simple vista nuestros pacientes notan lo siguiente:

  • Dientes más largos de lo normal.
  • Pequeños espacios entre los dientes que antes no se apreciaban.
  • Color diferente en la parte expuesta, ya que la raíz suele ser más amarilla que el esmalte. 

¿Cómo se mide la recesión gingival?

La recesión gingival se evalúa clínicamente en la consulta, midiendo tanto la posición del margen gingival como la profundidad del surco periodontal. Para ello, utilizamos un instrumento llamado sonda periodontal milimetrada, una especie de regla minúscula,  que permite registrar con precisión cuántos milímetros ha retrocedido la encía.

Recesión gingival: grados​

Según la clasificación de Miller, la recesión gingival se categoriza en cuatro grados o clases. Cada una se define por el grado de afectación y pérdida de soporte periodontal interdental, lo que permite evaluar con precisión la severidad del cuadro clínico. Por ello, es tan importante conocer qué caracteriza y qué particularidades tienen cada una de estas. 

  • Clase I: la retracción gingival no supera la línea mucogingival, es decir, en estos casos la encía se ha retirado un poco, pero no afecta al espacio entre los dientes. Por lo que normalmente se puede cubrir la raíz por completo con un tratamiento.
  • Clase II: la recesión alcanza o rebasa la línea mucogingival o lo que es lo mismo la encía se ha bajado más que en el caso anterior, llegando o pasando la línea donde empieza la mucosa, pero el espacio entre los dientes sigue sano. También suele ser posible cubrir toda la raíz.
  • Clase III: en este grado se observa pérdida de inserción interdental, es decir, además de la bajada de encía, existe una pérdida de tejido entre los dientes. Aquí solo se puede cubrir parte de la raíz, no toda.
  • Clase IV: la pérdida de inserción interdental es severa, por lo que en estos casos hablamos de que la pérdida de encía y de tejido entre los dientes es muy grande. En este grado no es posible cubrir la raíz, porque falta mucho soporte.

Recesión gingival: causas​

Una vez que conocemos la clasificación de la recesión gingival, consideramos que es muy importante que conozcas las causas que pueden provocarla. De esta forma, es más sencillo que puedas prevenirla, y si no es posible que sepas identificarla cuanto antes. Algunas de las causas más comunes son estas que te mostramos a continuación: 

Recesión gingival por cepillado​

Cepillarse los dientes con demasiada fuerza o usar un cepillo de cerdas duras puede desgastar progresivamente la encía, haciendo que retroceda y dejando parte de la raíz expuesta. Mi recomendación es que un cepillado correcto debe ser eficaz, pero suave, con movimientos controlados y una técnica adecuada para no dañar el tejido gingival. El movimiento del cepillo debe ser siempre hacia la corona, de arriba a abajo en la parte superior y de abajo a arriba en la parte inferior, o en todo caso con movimientos circulares suaves. 

Hay que tener en cuenta que no solo se debe cepillar el diente, la encía debe ser también  cepillada, como si le diéramos un masaje, con movimientos suaves, pero varias veces al día y de forma mantenida. El cepillado y/o masaje de encía debe durar al menos 2 minutos, y hacerlo siempre después de cada comida. 

como se mide la recesion gingival

Recesión gingival por ortodoncia​

Durante un tratamiento de ortodoncia, algunos movimientos dentales pueden desplazar la raíz hacia zonas con poco soporte óseo, provocando que la encía se retraiga. Por eso es fundamental planificar los movimientos de forma segura y controlar la salud periodontal antes, durante y después del tratamiento. 

Es importante un correcto diagnóstico y estudio anatómico, con un CBCT o TAC, para ver cuánto hueso hay alrededor de los dientes antes de empezar un tratamiento ortodóncico; y así poder evitar complicaciones como las recesiones que en ocasiones aparecen años después del tratamiento. 

Recesión gingival por bruxismo​

Apretar o rechinar los dientes, especialmente durante la noche, provoca fuerzas excesivas sobre el periodonto, pudiendo favorecer la pérdida de encía con el tiempo. Es decir, los dientes ejercen presión sobre las encías y esto puede favorecer su retracción. El bruxismo también puede causar desgaste dental y sensibilidad, por lo que suele requerir tratamiento con férula de descarga y manejo del estrés, y así acompañamos a nuestros pacientes.

Recesión gingival por frenillo​

Del mismo modo, generalmente, el  frenillo labial  y en ocasiones el lingual cortos o con inserción baja puede traccionar de la encía durante los movimientos normales de labios o lengua. Esta tracción constante puede hacer que la encía se retraiga, sobre todo, en la zona de incisivos inferiores En algunos casos, mi recomendación puede ser una frenillectomía o frenectomía para eliminar esa tensión.

Recesión gingival por piercing​

Los piercings en labios o lengua pueden rozar y golpear repetidamente la encía, dañándola de manera progresiva. Con el tiempo, ese roce continuo favorece la retracción del tejido y aumenta el riesgo de sensibilidad y pérdida de soporte. La recomendación que hacemos en nuestra clínica como cirujanos maxilofaciales es evitar el uso del piercing en esta zona o cambiar el material del mismo. Solo así podrás prevenir daños mayores.

Recesión gingival por trauma oclusal​

Por otro lado, una mordida desajustada o contactos inadecuados entre dientes de ambas arcadas pueden sobrecargar los dientes y el tejido periodontal, contribuyendo a la recesión gingival. En estos casos, ajustar la oclusión y corregir los contactos dentales puede ser de vital importancia para detener el avance y proteger la encía.

Recesión por enfermedad periodontal

La enfermedad periodontal es una afección inflamatoria crónica que afecta los tejidos que rodean y sostienen los dientes, como la encía, el ligamento periodontal y el hueso alveolar.

Se inicia generalmente por la acumulación de placa bacteriana y sarro, que provocan inflamación y destrucción progresiva del soporte dental.

Entre sus causas principales se encuentran una higiene oral deficiente, el tabaquismo, enfermedades sistémicas (como la diabetes) y factores genéticos que predisponen a una respuesta inflamatoria exagerada frente a las bacterias. La herencia juega un papel importante: algunas personas son más susceptibles a desarrollar formas graves de periodontitis debido a características inmunológicas familiares.

El tratamiento debe realizarse siempre por un especialista en periodoncia, quien evaluará el grado de afectación y diseñará un plan personalizado.

El procedimiento más común es el curetaje o raspado y alisado radicular, que elimina el cálculo y las bacterias bajo la encía. En casos avanzados, pueden requerirse tratamientos quirúrgicos o regenerativos. El seguimiento periódico (cada 3 a 6 meses) es esencial para mantener los resultados y evitar recaídas. Una buena higiene oral domiciliaria complementa el tratamiento profesional. Tratar la enfermedad a tiempo previene la pérdida dental y mejora la salud general del paciente.

 Además de las causas mencionadas con anterioridad, la recesión gingival también puede estar relacionada con encías delicadas por su naturaleza, cambios hormonales, envejecimiento, tabaquismo, mala higiene oral, restauraciones mal ajustadas cerca de la encía y ciertas predisposiciones genéticas. En muchos casos, suelen coincidir varios factores, por lo que considero que es importante valorar cada situación de manera individual y así lo realizamos en Clínica IMOS.

dientes con recesion gingival

Síntomas de recesión gingival​

Los síntomas de la recesión gingival no siempre se pueden detectar. Esto es así porque dicha patología suele avanzar de forma gradual, por lo que en muchos casos pasa desapercibida hasta que se manifiestan signos evidentes, y nos encontramos ante casos más severos. No obstante, entre los síntomas más frecuentes encontramos estos que te detallamos a continuación:

  • Bordes de las encía retraídos. 
  • Mayor sensibilidad al frío, calor o al cepillado.
  • Sensación de borde afilado o irregular cerca de la encía.
  • Molestias al comer o cepillarse, en algunos casos.
  • Mayor tendencia a acumular placa en la zona afectada. 
  • En casos más avanzados, puede verse inflamación, sangrado o incluso supuracion alrededor de la zona.

Siempre les digo a mis pacientes que, ante la menor duda, lo mejor es acudir a la clínica para una valoración y poder revisarlo cuanto antes.

Tratamientos para la recesión gingival​

A pesar de todo lo que se ha detallado a lo largo de este artículo, debes saber que existen tratamientos para la rescisión gingival. Al menos en la mayoría de los casos. Estos van a depender de la causa que origina el problema, del grado de afectación y de las necesidades estéticas y funcionales de cada paciente.

Así pues, a mí me gusta decir que el primer paso siempre es identificar y controlar el factor que la provoca y a partir de ahí, vamos a poder llevar a cabo un tratamiento u otro. Incluso, en muchos pacientes se combinan varias alternativas para lograr un resultado estable, funcional y estético. Los tratamientos más efectivos son: 

  1. Corrección de hábitos de higiene: en muchos casos, el problema comienza por un cepillado demasiado fuerte o una técnica incorrecta. Te enseñaremos la forma más adecuada de cepillar y el tipo de cepillo más suave para tus encías.
  2. Tratamiento periodontal ya indicado: si hay inflamación o enfermedad de las encías, realizaremos una limpieza profunda para eliminar la placa y el sarro acumulados y frenar el daño en el tejido.
  3. Férula de descarga: si aprietas o rechinas los dientes, una férula nocturna puede proteger tus encías y evitar que la recesión avance.
  4. Cirugía mucogingival: en algunos casos, cuando la retracción es mayor, existe la posibilidad de realizar un pequeño procedimiento para cubrir la raíz expuesta y reforzar la encía. Suele hacerse utilizando tejido propio del paciente u otras técnicas según cada situación.
  5. Orto­doncia: si los dientes están mal posicionados y eso provoca la recesión, la ortodoncia puede ayudar a recolocarlos y mejorar el soporte de las encías.

En resumen, la recesión gingival es un proceso que requiere atención y un enfoque personalizado para evitar que avance y proteger tu sonrisa. Con un diagnóstico adecuado y el tratamiento correcto, es posible mejorar la salud de las encías y, en muchos casos, recuperar tejido perdido. Si notas cualquier cambio, lo ideal es que nos visites cuanto antes. En Clínica IMOS estamos a tu disposición. Visítanos. ¡Te esperamos! 

Autor:

El Dr. Eduardo González Cardero es licenciado en Medicina por la Facultad de Medicina de la Universidad de Navarra y Especialista en Cirugía Oral y Maxilofacial, formación desarrollada en el Servicio de Cirugía Oral y Maxilofacial del Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla.

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